Community members across the North Bay are learning the intricacies of “good fire” as part of All Hands Ecology’s Fire Forward fellowship program. Fellows grow their controlled burning leadership knowledge over the course of one year and 300 hours of training. Supported by their employers, the 15 fellows receive one-on-one mentoring, classroom and field-based courses, and experience working on prescribed burns.
El equipo cuenta con una generosa subvención de la California Fire Foundation y estipendios para los becarios de la Sonoma County Vintners Foundation. Cada becario realiza un proyecto final en el que colabora con un propietario para planificar y organizar una quema prescrita.
Las experiencias de la beca preparan a los participantes para actuar como jefes de línea de fuego en quemas prescritas, obtener certificaciones y progresar para convertirse en jefes de quema certificados por el estado de California, lo que aumenta la capacidad del norte de la bahía para realizar quemas prescritas de forma segura en apoyo de ecosistemas sanos.
Los becarios se convierten en administradores de la tierra en toda el Área de la Bahía
This is the second cohort of Fire Fellows. Peter Nelson, graduate of the first Fire Forward class, Assistant Professor at UC Berkeley, and tribal citizen of the Federated Indians of Graton Rancheria, reflects on his time in the fellowship: “I’m thankful for the All Hands Ecology Fire Forward program and everything it’s taught me about prescribed burning and fire. I’ve picked up a lot of experience in prescribed burning and cultural burning over these past few years, and I’m taking that with me in my tribe, my personal life, and my academic work studying indigenous stewardship and how we can put these practices appropriately back on the land.” Other fellows from the first cohort are now bringing the knowledge and qualifications gained in their time with the Fellowship back to a wide variety of land stewarding agencies across the Bay Area.
Conoce a los becarios, 2022-23:





"Durante los últimos seis años, he trabajado en la interfaz entre la investigación sobre la ecología del fuego y la gestión de los diversos ecosistemas de California. En general, me interesa proporcionar datos empíricos para superar los retos a los que nos enfrentamos a la hora de equilibrar las perturbaciones antropogénicas con la protección de los recursos naturales. Inmediatamente me sentí atraído por los incendios prescritos como forma de gestionar los recursos y reducir la acumulación de combustibles, tal y como hicieron los pueblos indígenas durante siglos antes de la colonización. Por eso me he dedicado a entender el fuego, respetarlo y apoyarlo. Me ha encantado formar parte de la comunidad de la Good Fire Alliance y su dedicación a aumentar las quemas comunitarias me inspira continuamente".











